Hace algunos días, publicábamos una foto de los monolitos de piedra de Sa Punta des Llaüts, en el entorno de Pou des Lleó. En la misma punta donde se ubican las casetas varadero, existe un enclave aún más enigmático. Allí, la roca de la costa está rebajada a ambos lados de un canal, también tallado en la piedra, que además parece trazado con tiralíneas. Los vecinos de la zona, desde no se sabe cuánto, conocen este lugar como el «port fenici». Su teoría es que hace siglos, las barcas accedían al canal, atracaban y, gracias a la roca recortada a ambos lados, podían cargar y descargar mercancías con suma facilidad. Es posible que dicho puerto tenga relación con la industria de tinte púrpura que existía en los alrededores (Es Canal d’en Martí), producto valiosísimo que se elaboraba con caracoles de mar. Otro de los muchos misterios que esconde Ibiza.