Las puestas de sol invernales son espectaculares en Ibiza. El movimiento agitado de las olas, la humedad que levantan, el viento frío que te corta la cara y te empuja a marcharte, el fuego intenso del cielo que te retiene, los reflejos en el agua… En Es Cap des Falcó, donde está tomada esta imagen, los atardeceres son incluso mejores que en verano, cuando el sol, debido a los extraños caprichos de la astronomía, se esconde tras el Cap Llentrisca y el espectáculo te abandona en el último momento, dejándote una sensación de vacío.